la silla

para decir, para que digan, para querer, para pedir, para disculpar, para justificar, para soñar...

lunes, 31 de marzo de 2014

El ser pintor...

Un pintor es más que un trazo, un color o una imagen... Es el oficio de Observador crónico, una mirada desde todos los sentidos, donde la reflexión no para, la que puede ser tan introspectiva como activa, nuestro trabajo silencioso está a disposición de la idea, la ejecución y finalmente la obra. Una ilusión, un detalle, una palabra, una imagen, una anécdota, una historia, una conversación, todo, absolutamente todo se hace pensamiento de creación, creación que simplemente puede convertirse en nada, un par de papeles escritos o bocetos inconclusos, un atril vacío y un cuadro sin pintar. Concentración, calma y un par de aflicciones podría ser suficiente para dar el palo al gato... ¿Quién sabe? . Labor sistemática, rigor, hábito, ejercicio, ensayo y error son nuestros día a día. De lo imaginario intangible a la realización concreta. Un cuadro o un proyecto de exposición podría durar años y ¿mientras tanto que?... sumados en el carrusel de los pensamientos, divagando de un lugar a otro para llegar a la claridad, al fundamento. Luego ejecutar, una ejecución permanente, concienzuda y consciente hasta llegar a termino y finalmente... la obra.
Sin embargo, ahora el fin ya no es nuestra obra sino, la exhibición de ella... ¿Que dice?, ¿Para quiénes?, ¿Dónde?.   y la burocracia se hace notar, la competencia y los artistas ávidos de ser escuchados con espacios acotados para satisfacernos. Necesitamos confianza en nuestro producto para quedar en la lista de aceptados, necesitamos ir con las tendencias y planteamientos que reflejan una Sala de artes o un Centro cultural, en el fondo sistematizar nuestras ideas y tranzar la libertad de ellas.  

sábado, 8 de mayo de 2010

El Secreto de sus ojos

Con la misma emoción con la que, uno de los productores de la pelicula argentina "El secreto de sus ojos"recibiera en Marzo recién pasado el Oscar a la mejor pelicula extrantera y, dedica sentidamente unas palabras de aliento al pueblo chileno por el cataclismo que vivimos el 27 de febrero, me atrevo hoy a dedicarle unas palabras a éste maravilloso film.

Si bien, los latinos nos orgullesemos al tener un espacio en estos tan afamados y glamurosos premios, siempre existe un dejo de desconfianza y pesimismo ante el resultado. Nunca nos sentimos realmente a la altura de las grandes producciones, con grandes presupuestos y elencos reconocidos, mas bien esperamos encantar con filmes tradicionalistas de bajo presupuesto pero con una historia bien resuelta, asi como nuestra galardonada "La Nana", que llegó a ser nominada en los premios Golden Globe en la catagoría mejor película extranjera. Sin desmerecer éstas producciones por supuesto, también nos hace bien la competencia de igual a igual, dejar de ser y pertenecer a las pelis llamadas de "autor"; por qué convengamos que, el cine "arte" cada vez es más comercial, más visto y popular. Así lo han demostrado Woody Allen y el español Pedro Almodovar que, no nos dejan de asombrar cuando estrenan sus obras.

No hay nada que, El secreto de sus ojos no tenga, tanto en su realización como en los sentimientos que provoca. Impresiona primeramente la calidad técnica, el guión, las actuaciones, el delicado tratamiento de arte, la imagen, los dialogos y los silencios. En su principio divierte con textos frescos y tan caracterizticos de la ideocincracia argentina, sin querer ser pretenciosos ni cuidadosos y temer a su NO internalización. Concluímos que una historia bien contada es igual aquí y en la quebrada del ají, no hay frases inentendibles y que no se puedan interpretar. La historia va tomando fuerza, se va engrosando en su problemática central y de ahí surgen los temas éticos tales como: amor, amistad, lealtad y justicia. Sin embargo debemos decir que, ésta es principalmente una película de amor, los eventos, las resoluciones, los conflictos y descenlaces son motivados por el amor y como lo van viviendo sus personajes, con una persepción y manifestación totalmente particulares y dispares. Impredecible, algo muy difícil de lograr, no da espacio a baticinar por que cada escena sorprende y asombra. Me conmueve su final, tan coherente con los textos y con la construcción de los personajes tan o más consistentes que la misma historia. Deja contento y satisfecho, cumple con creces su premio, imperdible, exelente película.

miércoles, 24 de junio de 2009

La niña que pinta... pinta,
piensa que pinta sueños... sus sueños de niña que pinta,
pero solo pinta lo que ve de cerca, no lo sueños que piensa...
piensa en sueños de niña , la niña que pinta ... pinta











domingo, 15 de febrero de 2009

Llegó la hora, todo empacado, no se queda ni un detalle, ni un rastrojo que huela a mí. Las murallas vacías, sin fotografías de aficionada, ni flores en maceteros, ni jardineras con almácigos de ciboulette, orégano y perejil que calentaban el lugar con aroma a hogar, a preocupación y a amor. Ya no había amor, y cuanto hubo, siempre existió una atmósfera con olor a rosa y romanticismo, tal como una película clásica francesa. Siempre fue todo tan perfecto, demasiado quizás, me esmere mucho para que así fuera, todo muy bien puesto y pensado, la escenografía era la correcta, los personajes complejos, dignos de Woody Allen. Pero finalmete los personajes aflojaron, desistieron, los venció el decidio, la modorra y el olvido.

Recorro todo muy lento, en cada paso, un recuerdo, una palabra, una voz, una respiración de Manuel en mi oído. Así es fácil abstraerme, canto y danzo como el primer día que aquí estuvimos, el sabor de nuestro vino preferido lo siento en mi paladar. Las mejillas se me llenan de lagrimas y las trago, las bebo porque sonrío… río, río de felicidad por recordar haber sido tan dichosa, tan plena, tan mujer. Mis lagrimas abruptamente se convierten en dolor, en nostalgia, en pena y culpa, mucha culpa, salgo corriendo del departamento, escapando, ni siquiera espero el ascensor, alborotadamente bajo las escaleras, mirando fijamente al piso, no sé como llego, pero ya estoy en mi auto frente al manubrio y el llanto explota inconteniblemente, desesperadamente, ni siquiera pienso, es una tristeza profunda, me siento realmente devastada…

_ Señora Paz… ¿necesita algo? ¿está bien?... – Mira el conserje desencajado por detrás del vidrio-

No logro articular palabra, ni moverme. Raúl insiste y golpea fuerte la ventana.

_ Señora Paz – grita- Señora!... dígame, abra por favor…

No puedo ni mirarlo, ni girar mi cabeza. No se cuanto tiempo pasa pero cuando puedo mirar, ahí está Raúl con su joven esposa con un vaso de agua en la mano. Abro la puerta, ellos amablemente me sostienen en silencio y bebo de un trago el vaso con abundante agua.

_ ¿Ésta mejor señora? , ¿La podemos ayudar en algo?, ¿Llamamos a don Manuel?

_ No, no, no… disculpen, disculpen por el susto, por las molestias… lo siento.

_ Pero usted…

_Ya, ya estoy bien, disculpen nuevamente, son cosas… cosas que pasan, gracias-


Entrego el vaso, limpio mi cara con las manos, ordeno mi pelo, me establezco un poco y sonrío. Entro al auto, respiro profundo, miro a esas personas amables agradecida, y salgo…





Luego de un poco menos de dos horas de viaje, llego a mi escape de fin de semana. Estaciono en la playa principal de Papudo, hay harta gente, muchas familias, parejas y niños, eso me distrae. Me siento en la arena un poco apartada, la arena se siente tibia, cálida y juego con ella. De pronto, siento una mano rozando la mía…

_Hola, ¿Ésta exquisito el día, verdad?

_Si

_Gustavo y, ¿tu?

_Paz

_Lo que provocan tus ojos

_¿Cómo?

_ Jajaj… Tus ojos me dan paz

_Ah…

Él fija sus ojos en los míos y sin dejar de mirarme toma mis pies, los descalza, me da la mano, se la doy confiada y, juntos caminamos hacia el mar. Me insta a que nos mojemos en el frío mar primaveral, yo toda tímida me voy entregando a su juego, a la clásica postal romántica de tarjeta del día de los enamorados, abrazándonos y por fin… un beso, tierno y cálido, largo y húmedo…

Fue un fin de semana de aquellos. Ya así, sin más ni más yo vivía una nueva e intensa historia, en mi mayor momento de fragilidad, insegura, temerosa. A ratos la imagen de Manuel se presentaba, pero pronto Gustavo me invadía, se apropiaba con seguridad.

_Amor… traje tu desayuno

_Mmmmmmm

_Me tengo que regresar a Santiago, después de almuerzo a más tardar

_Si?... tan pronto?

_Bueno mañana tengo reunión en el banco y ya sabes, mi trabajo

_Si claro, sólo que no quisiera que me dejaras

Acarició mi pelo y nos besamos. Tenía miedo de estar sin él; sabía que no era justo, pero lo necesitaba para sobrevivir, para no sentirme perdida, insignificante, voluble y volátil .Gustavo me protegía, ya lo quería, ya no quería estar sin él.

_Voy a estar acá toda la semana, ¿Podrás arrancarte algún día para dormir conmigo?

_Jaja… no lo sé
- O.K

- Y… ¿ eso? ¿esa carita?-

Gustavo río satisfecho y tomó mi mano, yo le acaricie la suya con nerviosismo y fue inevitable soltar unas lagrimas.

_Mira, ehhhhh

_No, no, no… no he dicho nada, disculpa

_ ¿Segura?

_Sí

Con incomodidad él se levanta y entra al baño. Ahí comprendí, que ni Gustavo ni nadie, me iba a salvar del dolor de mi quiebre. Que había sido maravilloso encontrármelo pero, no reemplazaría a Manuel ni al hecho de estar sin él. Recién nos conocíamos, ¿Por qué él querría entablar algo conmigo?, ¿Por qué tendríamos que empezar algo serio?. De seguro era sólo un buen romance, y había sido bueno, muy bueno… ¿Para que más? .Para no estar sola, porque sin Manuel ya nada tenía sentido, ya nada tenía brillo, y yo no sabía a donde ir ni con quién estar.

Gustavo se fue y yo también, no quise esperar a ver si él volvía.

martes, 23 de septiembre de 2008

Ropa de lino liviano en blanco marfil, cuán güallaberas tropicales de islas festivas... Te ví
Moreno de color, no por el sol sino de mezcla indigena más de zona norte Aimara, que de Picunches de la zona central donde perteneces... Te ví
Sonrisa amplia y humilde de blancos dientes resplandecientes... Te ví
Ojos oscuros, conmovedores, brillosos de dulcura... Te ví
Tu imagen no condice con tu grandeza de ser... Te ví
Luchador de causas abandonadas y emprendedor de ilusiones... Te ví
Sencillez que se admira, simpleza abasalladora que encanta... Te ví
Cortéz y valiente caballero atemporal... Te ví
Te ví cuantas veces buscando tus ojos diciendóte algo... Te ví
Te ví pocas veces para que supieras lo que me provocas... Te ví
Te ví mucho más de lo que debería ver... Te ví

lunes, 8 de septiembre de 2008

El precipicio y yo

Al borde del abismo, una respiración agitada o un pequeño movimiento me harían caer a la inmensidad de la nada, a la liberación total del cuerpo, al despege y asunción de mi alma. Quiero dar el pequeño paso para descubrir la tranquilidad, la plenitud, la felicidad, esa tantas veces negada, defraudada, desolucionada. Sentir el aire calándome por mis poros, llenando mis frágiles pulmones ávidos de oxígeno, caída libre que hablanda huesos y músculos, disminuyendose la matería. Ya no habría un pasado deseado, un pasado sin olvido, un pasado ya pasado que sólo importa en mi memoria, un pasado sin nombre ni apellido. Ya no habría un presente ausente ni menos un futuro que no vendrá, donde los sueños son imposibles. Basta cerrar los ojos y volar. Respiro, respiro pausado y profundo y por fin digo ... adios