la silla

para decir, para que digan, para querer, para pedir, para disculpar, para justificar, para soñar...

martes, 23 de septiembre de 2008

Ropa de lino liviano en blanco marfil, cuán güallaberas tropicales de islas festivas... Te ví
Moreno de color, no por el sol sino de mezcla indigena más de zona norte Aimara, que de Picunches de la zona central donde perteneces... Te ví
Sonrisa amplia y humilde de blancos dientes resplandecientes... Te ví
Ojos oscuros, conmovedores, brillosos de dulcura... Te ví
Tu imagen no condice con tu grandeza de ser... Te ví
Luchador de causas abandonadas y emprendedor de ilusiones... Te ví
Sencillez que se admira, simpleza abasalladora que encanta... Te ví
Cortéz y valiente caballero atemporal... Te ví
Te ví cuantas veces buscando tus ojos diciendóte algo... Te ví
Te ví pocas veces para que supieras lo que me provocas... Te ví
Te ví mucho más de lo que debería ver... Te ví

1 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Hmmmmmmmmmm. Que preciosidad de escrito. Enhorabuena.

Al fin viste el mar sin que el salitre resecara tus labios y miraste el fondo sin ... el resquemor en tus ojos abiertos de par en par ávidos por deslumbrar a peces y plantas. Al fin viste el mar y sin oir siquiera el rumor de las olas en la orilla o la mansedumbre del que lame acariciando la blanca piel. Como quisiera ser ese agua que un día humedeció tus pies o esa arena que se colaba por entre tus deditos.
Quise ver el mar y tú ya habías visto el mío.

14 octubre, 2008 10:43  

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