E X P O S I C I Ó N

1era persona plural
¿Soy a los 31 años lo que a mis 17 años imaginé ser?... Definitivamente no. A mis 19 años sufrí un grave accidente automovilístico que me dejó tetraplejica. Desde ese minuto la vida me ha sorprendido y me ha ofrecido diversas posibilidades para estar cerca del arte, y es éste el hilo conductor de mi vida anterior a la que llevo hoy. Así, la pintura entró tímidamente en 1997 y desde ahí se ha convertido en una parte esencial para mí, más que un trabajo (cosa que ya es mucho) ha sido la forma de integrarme socialmente e integrarme individualmente, donde conecto todos mis sentidos frente al atril, mi razón, mi observación incluso mi tacto al tocar el pincel con el agua y la madera, el lugar en donde toco y percibo. Donde mi silla de ruedas no es impedimento, ni mi cuerpo quieto, aunque de vez en cuando se hace notar con uno que otro espasmo que me desconcentra.

En general la pintura ha sido generosa y podría decir que, de fácil andar, no con conciencia de mi habilidad un poco forzada y totalmente circunstancial. Sin embargo, luego y ya más conciente tomo la decisión de hacer de esto una profesión, comenzar la busqueda como artista visual, entregada al rigor, al método y finalmente el logro. “1era persona plural” es la culminación de todo aquello, un primer paso hacia el reconocimiento y la valoración, sin desconocer que mi trabajo se basa en la condición del autor, donde ninguna decisión es casual. El formato pequeño corresponde a la llegada optima del pincel a todos los lados, la tempera por su secado rápido e instantaneidad. Todos los materiales pensados para quién sostiene el pincel con la boca.

Comenzar éste trabajo sin esperar demasiado… es que, ha ido definitivamente de menos a más.
Recopilar aquellas fotografías polvorientas, en blanco y negro, paseos y vacaciones memorables, me ha hecho sonreír con alo de nostalgia, a veces con añoranza de días mejores, otras con verdadera alegría por los momentos vividos y otros con decepción, pena y cuestionamientos. No importaron las dificultades pictóricas, sólo escogí aquellas de personas importantes, en lugares y tiempos importantes. Enfrentarme a un cuadro blanco y una fotografía que retratar era entregarme a la vida, al destino de concluir una buena labor, sin pretensiones, desinteresadamente… y, luego de más de 10 horas y muchas, muchísimas correcciones la obra ya estaba terminada y sí, satisfacción, conformidad y un pequeño impulso para seguir al encuentro de otro incierto.
Nada más sublime y bello que pequeños momentos visuales, en que, la fotografía exacta se hace diminuta e insignificante para darle paso a la figura, la forma, la línea, la mancha, el color, la luz y la sombra. Dibujar retratos y autorretratos es hablar de una autobiografía, pintar sobre sí mismo es escribir sobre el resto de nuestros propios actos; Rubens y Rembrant hicieron de ellos su tema predilecto, a los seres que amaron.
Así mismo y tomando ejemplo de aquellos maestros, en mis obras hay personajes descubiertos sin pudores, expuestos a cientos de desconocidos, gente que destina una mañana para sacar carnet, certificados, pasaporte, incluso para casarse, todas actividades que institucionalizan a la familia y a las personas, una intervención pública que invita a la reflexión y al detenimiento, a la valoración de las identidades y lo que hay detrás de ellas.
“Muestra en zona de trámites” se inmiscuirá y tratará de ser un relajo en su interminable y odiosa cola. Para mí, la oportunidad de posesionarme en el circuito artístico regional.



AGRADECIMIENTOS ESPECIALES A:

VANESSA VÁSQUEZ (Profesora de arte)… por su tiempo, enseñanza y compromiso
ROXANA CARMONA… por su lealtad, disposición y compañerismo
PAPÁ, MAMÁ, HNA… por la paciencia e incondicionalidad
FAMILIARES Y AMIGOS… por su interés, preocupación y apoyo


GRACIAS POR SU COLABORACIÓN:

· REGISTRO CIVIL DE VALPARAÍSO:
OMAR MORALES (Director Regional)
KATHERINE JORQUERA (Periodista)

· IMPRENTA GRAFICA GABRIEL MENESES